Fases del marketing digital: Estrategias para el Éxito
En un mundo cada vez más digitalizado, el marketing se ha convertido en un aliado esencial para el éxito de los negocios en línea. Tomémonos un momento para explorar las distintas fases que componen este recorrido:
Generación de tráfico
Una vez finalizado nuestro site y “colgado” en Internet, nuestra primera preocupación es la de atraer a usuarios. Para los nuevos emprendedores autónomos, lo más habitual y humano es comenzar a difundir ese dominio que nos pertenece y bajo el cual hemos montado nuestro portal para enviárselo a amigos, familiares y conocidos. Poco tráfico y mal negocio el planteado si basamos nuestras conversiones (ventas, descargas, registros…) en nuestro entorno cercano (personas plomo de este estilo, haberlos “haylos”). Así, que lo mejor para comenzar a caminar en Internet y obtener tráfico es plantearse las siguientes opciones:
La inversión en publicidad
A través de anuncios (banners, adpost) que habitualmente nos ofrecerán las agencias o soportes con un Coste Por cada Mil impresiones o emisiones que son las veces que el anuncio se ve (es lo que en publicidad digital se llama CPM).
Por tanto, aunque ningún usuario hiciese clic en alguno de esos anuncios, siempre supondrá un coste para nosotros. Por otra parte, si estamos dispuestos a pagar una cantidad de dinero variable dependiendo del número de veces que el usuario haga clic en esos anuncios, tendremos que contratar otra modalidad de publicidad, la de Coste Por Clic (CPC).
Incluso podemos contemplar otro planteamiento, el del CPA (Coste Por Acción o Adquisición), que consiste en pagar a nuestro soporte publicitario cada vez que un usuario realiza una acción concreta en nuestra web después de haber accedido a ella a través de algún banner. Desde este momento queremos dejar claro que las inversiones de publicidad online requieren de un importante esfuerzo económico para la inmensa mayoría de los casos.
Trabajar en el posicionamiento en buscadores.
Aquí es donde entra de lleno la disciplina SEO (Search Engine Optimization u Optimización en Motores de Búsqueda). Materia que estamos nombrando al comienzo de este recorrido de las fases del marketing online ya que es necesaria para la generación de tráfico pero jamás deberá ser abandonada a lo largo de la vida de cualquier proyecto web pues es necesaria de manera constante debido a los cambios que se producen en algoritmos de los buscadores, en nuestra propia competencia, e incluso en las conductas del los usuarios.
Es la responsable de que nuestros contenidos, nuestros productos, nuestros servicios, tengan la mejor visibilidad posible cada vez que un usuario hace una consulta a un buscador empelando un criterio por el cual deberíamos aparecer.
Pagar enlaces a los buscadores.
No, no estamos diciendo que a Google o a cualquier otro buscador se le pague por aparecer el primero en los resultados de búsqueda natural (a más de uno se lo habéis oido decir, ¿verdad?). Los enlaces pagados a los buscadores son identificados rápidamente ya que aparecen en un lugar predominante y totalmente identificados como “enlaces patrocinados”.
Realmente estos anuncios no salen únicamente en los resultados de búsqueda, ya que si el anunciante lo desea, pueden salir también en webs que pertenecen al circuito de publicitario de ese buscador y además en otros servicios utilizados por los usuarios como es el caso de mapas, mail, etc.
En todos estos casos, la fórmula utilizada es la que anteriormente hemos mencionado CPC (Coste Por Clic), también denominada PPC (Pago Por Clic).
Muy utilizada en aquellos casos en los cuales nuestra web no aparece lo suficientemente bien posicionada para una serie de palabras o frases clave que puden convertirse en la obtención de un beneficio en nuestro negocio.
Conversión de tráfico en clientes
A medida que tenemos tráfico debemos comenzar a emplear energías en convertir a esos usuarios que nos visitan en clientes. Lógicamente no todos las webs pueden generar un cliente a través de Internet (por ejemplo, un concesionario de coches o una inmobiliaria) pero siempre existirá un tipo de retorno concreto, una función determinada, para la cual el site fue concebido (en el caso del concesionario o la inmobiliaria puede ser rellenar un formulario con los datos personales solicitando información de un coche en concreto).
Ya sea venta directa, cumplimentación de formularios, contacto telefónico, descarga de software, generación de bases de datos… debemos de prestar atención al comportamiento que el usuario desarrolla dentro de nuestras fronteras para poder sacar conclusiones, gracias a la analítica web, de donde están los puntos conflictivos, las barreras y las peores experiencias de los visitantes para mejorar la usabilidad de nuestro portal y lograr, gracias a ella, que aumente el porcentaje de usuarios que se convierten en clientes.
Fidelización de clientes
Este es uno de los aspectos, en mi opinión, más complicados de los negocios online. El usuario en Internet es infiel por naturaleza y está continuamente “tonteando” con nuestra competencia. La presencia online de nuestro negocio puede sufrir de grandes ataques de celos si conociera lo que los usuarios hacen en la Red y, lo que es peor, muchas veces, en vez de celos, lo que tendremos son un par de cuernos bien puestos.
- El marketing directo tradicional pasa a cobrar importancia en el mundo virtual y es el permission marketing (o correo electrónico permitido) una de las mejores estrategias para alcanzar parte de la deseada fidelidad del cliente en Internet. Conseguir que un usuario permita que podamos ponernos en contacto con él para ofrecerle novedades en nuestro negocio es uno de los pilares para generar clientes fieles.
- Afortunadamente, las Redes Sociales se han convertido en una buena alternativa para estar en contacto con nuestros clientes (reales o potenciales) gracias a nuestra presencia en ellas.
Generación de prescriptores
A pesar de la existencia de numerosas empresas lideradas por pseudogurús que nos prometen la gestión de la reputación online de nuestra empresa (tal vez si se modificase el nombre de esta disciplina no sería tan crítico con ella) en muchas ocasiones los usuarios pueden estar hablando de nuestros productos y servicios y nosotros no ser conscientes de ello. Las herramientas gratuitas de ORM (Online Reputation Management o Administración/Gestión de la Reputación Online) funcionan de una manera similar a una escopeta de feria y las de pago que he podido utilizar hasta ahora (tengo la esperanza de que no sean todas así), ofrecen unos resultados con unos términos muy freakies pero en la mayoría de los casos inútiles.
Por ello, una de las alternativas más efectivas (y menos costosas económicamente) es recurrir a las Redes Sociales de nuevo para poseer un entorno personalizado con nuestra empresa en el cual nuestros clientes más expertos tomen la palabra y a través de su participación se conviertan en nuestro mejores agentes comerciales.
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